Cubrir las aberturas del piso es una forma muy efectiva de eliminar el riesgo de caídas, especialmente si rara vez es necesario acceder al agujero.
Cuando es necesario pasar rutinariamente por la abertura, a menudo se utiliza una cubierta, como una trampilla. Las cubiertas deben estar diseñadas para soportar la carga potencial que pueda aplicarse sobre ellas. Por ejemplo, una cubierta de 91 x 91 cm para un agujero en el suelo que solo sea transitable por peatones sería muy diferente a una que sea transitada por montacargas.
También deben estar asegurados (atornillados, con bisagras, con pestillos, con llave) para evitar desplazamientos accidentales.
Cabe señalar que el empleador debe comunicar quién está autorizado a abrir o retirar la cubierta, y que, al hacerlo, se requiere otro medio de protección. Al abrir la cubierta de la abertura del piso, se debe instalar una barandilla temporal o alguien debe vigilar la abertura constantemente hasta que se cierre.