Los desechos marinos pueden ser arrojados intencionalmente, accidentalmente o depositados indirectamente (transportados a través de descargas fluviales desde la costa). Cualquiera sea su origen, los desechos marinos son el resultado directo de las actividades humanas en la tierra y en el mar. En el trabajo y en las actividades recreativas, todos debemos hacer nuestra parte para no contribuir al problema.
Dependiendo de su composición, los desechos marinos pueden hundirse en el fondo marino, desplazarse en la columna de agua o flotar en la superficie. Algunos desechos, como los plásticos o el vidrio, pueden permanecer en el entorno marino durante cientos de años. El efecto sobre el entorno visual o ecológico es significativo.