Características de la electricidad estática

La electricidad estática es lo que nos hace sentir inesperadamente una descarga en las yemas de los dedos cuando tocamos algo que tiene una acumulación de carga eléctrica. La electricidad estática se produce cuando hay un desequilibrio entre las cargas positivas y negativas. Las partículas de electrones que orbitan alrededor del núcleo que contiene los protones y neutrones pueden transferirse de un átomo a otro. Ciertos objetos conservan mejor los electrones y se denominan aislantes.

Átomos

Los átomos son de lo que está hecho todo. Es la partícula de materia más pequeña que se puede detectar al observarla con un microscopio. Dentro del átomo se encuentra su centro llamado núcleo. El núcleo lleva partículas conocidas como protones y neutrones y alrededor del núcleo circulan partículas llamadas electrones. Cada una de estas partículas tiene su propia carga eléctrica, los protones tienen carga positiva, los electrones tienen carga negativa y los neutrones no tienen carga. La electricidad estática surge cuando hay un desequilibrio entre las cargas positivas y negativas.

Aislantes y conductores

Las partículas de electrones que orbitan alrededor del núcleo que contiene los protones y neutrones pueden transferirse de un átomo a otro. Algunos objetos conservan mejor los electrones y se denominan aislantes. Otros, como la mayoría de los metales, retienen sus electrones de forma flexible y se denominan conductores. Por ejemplo, cuando tocas el pomo de una puerta y te golpeas el dedo, esto es el resultado de la transferencia de electrones del metal al dedo, lo que crea la carga.

Cargas positivas y negativas

Los átomos se desequilibran por la pérdida o ganancia de átomos. Cuando los átomos pierden estos electrones, se cargan positivamente; cuando ganan electrones, se cargan negativamente. Una vez que un átomo deja de ser considerado un átomo neutro y se convierte en un átomo positivo o negativo, esto crea electricidad estática. El mismo tipo de carga se repelerá a sí mismo, mientras que las cargas opuestas se atraerán. Un ejemplo de cargas iguales que se repelen entre sí es cuando se te pone de punta el pelo después de frotarlo con un globo. A través de la transferencia de electrones de tu pelo al globo, cada uno de tus pelos se carga positivamente, lo que hace que se repelan entre sí y se ponen de pie y se alejan uno del otro.

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