EPI

El propósito de la ropa y el equipo de protección personal (EPP) es proteger o aislar a las personas de los peligros químicos, físicos y biológicos que pueden encontrarse en un sitio de sustancias peligrosas.

Ninguna combinación de equipos y prendas de protección es capaz de proteger contra todos los peligros. Por lo tanto, los EPP deben utilizarse junto con otros métodos de protección y su eficacia debe evaluarse periódicamente.

El uso de EPP puede generar en sí mismo riesgos importantes para los trabajadores, como estrés térmico, estrés físico y psicológico, y problemas de visión, movilidad y comunicación. En cualquier situación dada, se deben seleccionar equipos y prendas que proporcionen un nivel adecuado de protección. Sin embargo, la sobreprotección, así como la falta de protección, pueden ser peligrosas y deben evitarse siempre que sea posible. Dos objetivos básicos de cualquier programa de EPP deben ser proteger al usuario de los riesgos de seguridad y salud, y evitar lesiones al usuario por el uso incorrecto o el mal funcionamiento del EPP. Para lograr estos objetivos, un programa integral de EPP debe incluir la identificación de riesgos, el control médico, la vigilancia ambiental, la selección, el uso, el mantenimiento y la descontaminación del EPP y la capacitación asociada.

El programa de EPP escrito debe incluir declaraciones de políticas, procedimientos y pautas. Se deben poner copias a disposición de todos los empleados y una copia de referencia en el lugar de trabajo. También se deben recopilar y mantener datos técnicos sobre el equipo, manuales de mantenimiento, regulaciones relevantes y otra información esencial.